EL BAÚL DE LOS RECUERDOS
Lo primero de todo daros las gracias por la acogida del
concurso. Os animo a que sigáis participando hasta el miércoles, que será el
día en el que hagamos el sorteo de las piezas personalizadas. Así que a
participar y MUCHA SUERTE.
Hoy os enseño un baúl (ya sabéis de mi amor por las piezas de madera) que me encontré por algún rincón olvidado. La verdad que no se qué utilidad tuvo en el pasado, pero ahora mismo es el lugar en el que guardamos recuerdos de nuestra familia.
En esta pieza hice un trabajo de restauración, ya que estaba sin pintar ni barnizar y las cantoneras de metal tampoco estaban trabajadas (es una pena que no le hiciera fotos a la caja en ese momento para que vierais el cambio).
Así que teñí la caja en un color de madera oscuro, luego
pinte las cantoneras de negro y después la barnice, pero lo realmente valioso
de este trabajo está en la parte delantera. Se trata de una placa de estaño en
la que dibuje unas florecitas y dos iniciales (los apellidos de mis hijos). Las
grave con punzón y buriles y la verdad es que fue un trabajo costoso. Después la
envejecí con un poco de pintura acrílica negra mezclada con aguarrás, para que
la fuera más liquida y diera ese aspecto envejecido. Para terminar la clave con
cuatro clavos que también envejecí.
El último toque fueron unos lacitos de terciopelo granate
para poderla abrir y lista.
Un baúl para llenar de recuerdos MUY MAJO.
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